El pinkwashing o lavado de imagen rosa es la instrumentalización de los derechos y la visibilidad queer como estrategia política o de marketing para promocionar empresas o instituciones apelando a su condición de simpatizante LGBT con el objetivo de ser percibidos como modernos y tolerantes.
Eurovisión, el orgullo de Tel Aviv o la salida del armario de altos mandos del ejército son algunas de las estrategias del Estado de Israel para dar una imagen abierta y progresista al mundo, muy lejos de la realidad racista y genocida del país.