El pinkwashing o lavado de imagen rosa es la instrumentalización de los derechos y la visibilidad queer como estrategia política o de marketing para promocionar empresas o instituciones apelando a su condición de simpatizante LGBT con el objetivo de ser percibidos como modernos y tolerantes.
Eurovisión, el orgullo de Tel Aviv o la salida del armario de altos mandos del ejército son algunas de las estrategias del Estado de Israel para dar una imagen abierta y progresista al mundo, muy lejos de la realidad racista y genocida del país.
El pueblo palestino sufre desde hace décadas una limpieza étnica que responde únicamente a los intereses coloniales de occidente. Hemos visto los últimos meses cómo la ofensiva se agudiza con la complicidad de Estados Unidos y los gobiernos de la Unión Europea, además de la justificación constante de los medios de comunicación del régimen.
Siendo testigues de la masacre no podemos callar ni normalizar. En unas semanas Chueca se llenará de visionados de la gala de Eurovisión, escenario para la propaganda israelí. Cuesta encontrar banderas palestinas ondeando en los balcones de este barrio que una vez fue de lucha y resistencia. No es el mundo queer que queremos y por eso el 26 de abril, día de la visibilidad lésbica, nos convocamos a una reklama bollera en Chueca por Palestina.
Chueca se ha convertido en un escaparate alejado de nuestras reivindicaciones, y el MADO en un gran negocio patrocinado por empresas e instituciones que atentan contra nuestras vidas.
Nos vemos el viernes #26A a las 21:00 horas en la plaza Pedro Zerolo.
¡Qué viva la lucha del pueblo palestino!, ¡qué viva la resistencia de las compas queers palestinas!