Este 17N nosotras, bolleras afro-descendientes, bolleras sudakas, bolleras moras, quienes militamos en el bloque bollero, somos las que, contra todo pronóstico hecho por el colonialismo y eurocentrismo, hemos sobrevivido. Nosotras estamos aquí un año más recordando a Lucrecia Pérez Matos, asesinada por la España racista. Homenajeando a Mame Mbaye, muerto mientras era perseguido y acosado por la policía racista. La misma policía que realiza redadas por perfil étnico día tras día en nuestros barrios. La misma policía que nos pide los papeles por el solo hecho de caminar por las calles. La misma policía que no nos protege cuando sufrimos una agresión lesbófoba.
Nosotras estamos aquí porque tenemos voz propia, aunque no se nos permita ejercer el derecho al voto. Estamos aquí porque no queremos que se hable en nuestro nombre, ni ser una cifra más, ni ser utilizadas como propaganda electoral o para limpiarle la cara a la izquierda blanca española. No queremos ser la racializada de la foto, no queremos ser la bollera que cubre la cuota de “diversidad”. Nosotras somos a las que se nos grita bollera y sudaka/negra de mierda por la calle, todos los insultos juntos, lesbofofia, racismo, xenofobia. Nosotras somos las que vivimos en un constante estado de alerta cuando vamos solas de noche, o con nuestra compañera. Nosotras somos quienes sabemos que en caso de una agresión lo primero que nos pedirán, antes siquiera de preguntar quién nos ha atacado, serán los papeles.
Nosotras denunciamos la lesbofobia racista de la que nuestras compañeras bolleras racializadas son víctima; en las calles, las casas, los lugares de trabajo y las instituciones. Denunciamos la militarización de las fronteras, denunciamos las fronteras mismas como lugares de muerte, vertederos donde quedan para siempre las vidas de miles de personas a quienes empresas coloniales extractivistas obligan a migrar después de despojarlos de todos sus recursos. Denunciamos la persecución salvaje de los manteros, lateros y lateras; así mismo las campañas publicitarias racistas del Ayuntamiento de Madrid que criminalizan su trabajo. Repudiamos los Centros de Internamiento para Extranjeros, las deportaciones, los encarcelamientos en las prisiones racistas del Estado español. Exigimos el derogamiento de la ley de Extranjería, una ley cis-sexista-racista.
Denunciamos las escuelas infantiles donde con menos de un año aprenden a pintarse la cara de negro y reírse de siglos de esclavitud. ¡Nuestras vidas y existencias, nuestra cultura, no es un disfraz! Denunciamos los colegios y todo un sistema educativo que borra nuestras historias, logros y existencias del aprendizaje; el racismo en las asignaturas de institutos y universidades y la negación del genocidio llamado “Descubrimiento de América”. El racismo en las aulas ejercido contra de estudiantes racializadas. Sabemos que el racismo institucional está por todas partes, establecido en nuestra sociedad, nos vemos confrontadas con ello todos los días. Pero…
Vamos a romper sus instituciones con nuestra propia educación. Llevamos siglos resistiendo, estamos acostumbradas a de la humillación sacar dignidad, de la rabia rebeldía. No nos asusta la lucha, no nos paraliza el miedo; tenemos las enseñanzas de todas nuestras ancestras grabadas en la piel. Nosotras, bolleras sudakas, moras, afro-descendientes, no vamos a estar calladas. Hoy más que nunca nos dejamos guiar por la sabiduría de una de nosotras Audre Lorde, nuestra guerrera, feminista, negra, lesbiana madre. Audre dijo «When I dare to be powerful—to use my strength in the service of my vision—then it becomes less and less important whether I am afraid,» ahora, ahora mismo, necesitamos utilizar nuestro poder, nuestra voz, para romper con un sistema racista, colonial, cisheteropatriarcal, y luchar por la vida.
Bolleras racializadas del bloque bollero de Madrid.