Es 8 de marzo y los barrios obreros gritamos contra la transfobia. Entre tanto, tejemos alianzas.
Hoy el bloque bollero de Madriz y la asamblea feminista de Carabanchel nos hemos juntado para desplegar en el Puente de Toledo una pancarta que dice Barrios libres de transfobia.
Con esta pancarta no solo respondemos al discurso retrógrado de la extrema derecha, reunida hoy a pocos metros de este puente, en el Palacio de Vistalegre. Respondemos también al discurso y las prácticas transexcluyentes de las autodenominadas abolicionistas del género, aquellas que sin haber pisado una asamblea feminista instrumentalizan el trabajo y los logros de todo un movimiento dando una definición de Feminismo™ donde solo ellas encajan.
Somos bolleras, somos trans, somos putas, somos marimachos, somos y no somos tías; y somos movimiento feminista.
El debate del sujeto del feminismo no se está dando en el movimiento feminista. En las asambleas del movimiento feminista debatimos entorno a qué respuestas políticas articular para hacer frente a las violencias que atraviesan la realidad de cada cuerpo, de cada deseo, de cada territorio. Y en ese debate, en esas asambleas, en este movimiento siempre ha habido trans.